"The water diviner" o sobre cómo reconstruir una vida y un país

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Vi “The Water Diviner” (con diversos nombres en español, como “El maestro del agua” o “Agua divina”, 2014, Australia) dirigida y protagonizada por Russell Crowe con un elenco más bien modesto pero bien escogido para que no eclipsara al megalómano de Crowe. Es que hay que decirlo de entrada: los filmes de este director-actor siempre giran en torno a sí mismo, dando una visión superlativa de sus personajes que hace que se pierda mucho de realidad. Ahora bien, este filme narra la historia de un padre (interpretado por Crowe) que viaja a Turquía para repatriar los restos de sus hijos (soldados de Anzac) muertos en el desembarco de Gallipoli (justo hace 100 años) durante la Gran Guerra (I Guerra Mundial). Esta historia épica se entremezcla dulzonamente con una historia de amor demasiado atada a los estereotipos de las películas románticas. Creo que esta parte sobraba y no deja ver bien otras cosas que el espectador ya debe imaginarse por su cuenta, como el dolor del reencuentro, del perdón, del posconflicto. Rehacer el sentido de humanidad luego de un conflicto atroz es un drama per se y por eso vale mucho la pena que el cine explore todo lo que pasa alrededor de tal situación. Además, el filme recrea un momento de gran trascendencia política para el mundo: la reconstrucción turca de posguerra, dentro de innumerables enemigos y ocupada por los aliados. En estos aspectos,  estaría, diría yo, el aporte del filme a un ciclo de cine foro. Basta señalar que la crítica, generalizando, está a medias entre el rechazo completo al filme y su aceptación. Yo, que suelo ser indulgente, me inclino por lo segundo. Es cierto que la película está muy cargada de los estereotipos de una cinta comercial (que implica mezcla de todo un poco, romance, drama, acción, etc.) y que hay demasiado Crowe en el filme, pero salvo esto me gusto, pues entretiene, hay buenas escenas de acción y permite dialogar con tu vecino, sea quien fuere, sobre lo que implica rehacer la vida y un país, luego de una experiencia masiva de dolor. La recomiendo con los matices ya señalados. 20-07-2015.


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