Sobre cómo el cine entretenimiento puede, igualmente, ser cine político

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Vi “Free State of Jones” (“El Valiente” o “Los hombres libres de Jones”, 2016, EE.UU.), dirigida y escrita por Gary Ross [1956- ], hijo de Arthur Ross (director y productor), quien logró un importante reconocimiento por “Seabiscuit” (2003) y por la primera película de la saga de “Los juegos del hambre”, considerada por muchos como la mejor. El guion está basado en una narración de Leonard Hartman, el cual, a su vez, se funda en una historia real. El reparto es muy bueno: Matthew McConaughey (aplausos), Gugu Mbatha-Raw y Keri Russell, entre otros. La cinta narra la historia de Newton Knight (interpretado contundentemente por McConaughey), un campesino de Mississippi, reclutado para servir en el Ejército Confederado durante la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), quien cansado de luchar por unos intereses que no compartía, deserta y termina amotinando algunos territorios de Mississippi; además, es testigo de primera fila, de cómo -a pesar del fin de la guerra- las élites sureñas, mediante argucias jurídicas y el miedo, quieren que nada cambie, pero, ni aun así, dejó de defender su posición de tolerancia racial y de crítica al terrateniente. A esto se le agrega una narración paralela, de un lejano pariente de Knight, en pleno siglo XX, quien es juzgado por su ascendencia racial. Ahora bien, estamos ante una cinta que está en la frontera entre el cine histórico-biográfico (biopic) y el cine de entretenimiento-acción. Guardar un equilibrio sano entre ambas cosas es bien difícil, pero a mi modo de ver, el director lo logra, aunque con algunos baches, en términos generales. Pero el estar en frontera significa, necesariamente, que los que adoran la acción hollywoodense se quejarán de tanta información y de tanto homenaje a Knight, mientras que los historiadores y los adeptos a un cine intelectual se quejarán del afán comercial del filme. Pasando a otro asunto, la obra tiene muchos méritos estéticos, en un sentido amplio. Para empezar la recreación de la época es meritoria, las actuaciones (en especial la del protagonista) son creíbles, la fotografía está bien lograda y la edición es impecable (salvo un par de escenas donde el paso de una a otra toma no se hizo correctamente). En fin, desde lo “formal”, todo está dispuesto para generar emoción a la vez que servir de texto político y didáctico. Me quedo en esto último: estamos ante una película que busca canonizar a un polémico personaje histórico, considerado un traidor por los adeptos al régimen político sureño así como por los supremacistas blancos, y un héroe para las organizaciones de derechos civiles. Este filme, claramente, no muestra los grises del personaje: estamos ante buenos y malos, sin ambivalencias; tal vez esta sea la mayor falencia de la cinta. A lo que se suma el afán justiciero, bien manejado por el director: el espectador desea ansiosamente que un justiciero, incluso mediante la violencia, restituya la injusticia que se comete (siguiendo la estructura típica de este tipo de obras, como “El Patriota”, 2000, Dir. Roland Emmerich, lo que explica la cercanía entre ambas en varias escenas), en este caso contra los pobres y los afroamericanos. En este contexto es que aparece el ánimo didáctico: enseñar que las acciones de los odiados en el pasado, son la base de muchos de nuestros derechos hoy. Knight, al no diferenciar a los hombres por su color de piel y al reclamar los derechos de los pobres ante sus explotadores, siguiendo el canon republicano de la época (sí, del partido republicano, que en aquel momento representaba el progresismo liberal), se convirtió en héroe nacional, un siglo después. Con su figura se rinde culto a los que no se arrodillaron al “espíritu de su época” y se rebelaron contra él. En este sentido, la película nos hace una atractiva invitación a meditar sobre cómo las injusticias del pasado, expuestas con dureza y algo de maniqueísmo por el director, se siguen repitiendo hoy día. Lo paradójico es que los que defienden las injusticias actuales, por ejemplo en la tenencia de la tierra, seguro se sentirán identificados con el homenaje que se le rinde a Knight, pero algo les imposibilita comprender que si este héroe histórico estuviese vivo, serían rotundos enemigos. El pasado no estorba a muchos. En fin, la recomiendo, no solo por sus méritos como filme, sino también por su apuesta política. 2018-04-03.


La cinta completa, veo que está disponible en: Aquí

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