Sobre cómo una "sociedad del descarte" no puede ver el drama de la guerra

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Vi “Billy Lynn’s Long Halftime Walk” (“Billy Lynn”, USA, 2016), dirigida por el reconocido director de origen taiwanés Ang Lee [1954- ], quien cuenta en su haber con grandes éxitos como “Brokeback Mountain” (2005) y “La vida de Pi” (2012), y quien ya ha ganado tres Óscar (dos como mejor director, 2005 y 2013), entre muchos otros premios. El guion de la película, del que tendremos que hablar más adelante, es de Simon Beaufoy y Jean-Christophe Castelli (basados en una novela de Ben Fountain). El reparto es modesto, salvo Kristen Stewart: Joe Alwyn,  Steve Martin, Garrett Hedlund y Vin Diesel, entre los más destacados. Pero no se me malinterprete: modesto no significa que sea malo. Ellos cumplieron su papel, aunque no sin crítica, como lo veremos luego. La película narra un episodio de varios homenajes que se le brindan, en Estados Unidos, a un joven soldado estadounidense, considerado héroe de guerra en la Segunda Guerra del Golfo (Irak). En este escenario, el joven soldado replantea el valor de la camaradería y la guerra misma. Es importante señalar que la cinta, en sí misma, es un experimento tecnológico que podrá revolucionar el cine: es la primera en ser rodada a 120 fotogramas por segundo, con cámaras de alta definición. Siguiendo nuestros comentarios en torno al elemento estético, la película es correcta en todo sentido; esto es, cumple a cabalidad con lo esperado, pero sin descollar. No obstante, la crítica se debate sobre el tema de las actuaciones por dos motivos: el desempeño de los actores- soldados, en especial Joe Alwyn y Vin Diesel, y el rol de Stewart. Frente a la primera crítica, muchos han señalado que fueron interpretaciones poco serias y convincentes. Frente a la segunda, algunos creen que se menospreció lo que pudo dar Stewart. A mi modo de ver, la primera crítica está equivocada. ¿Cómo esperan que se comporten soldados con escasos 18 ó 19 años cuando están de nuevo en casa? ¿Acaso deben ser como personajes shakesperianos? Sus comportamientos erráticos y cómicos, corresponden con lo que se esperaría de la realidad. Igualmente, frente a Vin Diesel es raro verlo en el rol  de sargento bonachón, paternal y místico. Pero aun así no me parece que lo haya hecho mal. Frente a la segunda crítica, sí la comparto. Stewart, como siempre, magnífica; pero la propia película la relegó. Ahora, en lo que atañe al guion, debo decir que la forma en que se narra es muy original, creativa. Eso, por sí solo, es un mérito. Las fugas en la línea central de la narración, para volver a ella al poco tiempo, la hacen interesante. Además, la película me permite hacer reflexiones interesantes sobre asuntos tremendos de la sociedad estadounidense. El infantilismo, el consumismo, el mercantilismo y la alienación cultural (es decir, la “sociedad del descarte”), que impiden ver las dimensiones dramáticas de una guerra librada por jóvenes que no tienen idea de qué hacen allí, quedan más que patentes en el filme. Pienso, por dar un caso, en la amabilidad en que son tratados esos chicos, pero cuando se trata de hacer negocios con ellos, dejan de ser héroes. Concluyendo, el filme, sin pretender expresamente ser cine antibélico, terminó siéndolo, y no lo hace mal. Por todo lo anterior, es que la recomiendo a pesar de las fuertes críticas que ha venido recibiendo. 2017-08-03.


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