Vi “Beyond Valkyrie: Dawn of the 4th Reich” (“Valkiria: el amanecer el cuarto Reich”, USA, 2016), dirigida por Claudio Fäh (un director con cintas en la línea del mercado fácil) y con un endeble guion escrito por Robert Henny, Chad Law y Don Michael Paul. El reparto está basado en actores medio desconocidos acompañados –en apariciones esporádicas– de dos actores más reconocidos en roles militares. La trama es tan absurda como ridícula: Durante la famosa operación Valkiria organizada para asesinar a Hitler (de la que todo el mundo sabía), un comando aliado es enviado tras líneas enemigas para “traer con vida” a Inglaterra a un oficial alemán (implicado en dicha operación Valkiria) pues tenía los secretos que permitirían a los aliados controlar la situación una vez finalizase la guerra. Dicho comando se encuentra con otro grupo de fuerzas especiales de origen ruso y deciden trabajar juntos para evitar que altos jerarcas nazis emigrasen a Argentina a organizar allí el Cuarto Reich (me ahorro los detalles de las decenas de inexactitudes de la narración). Ahora bien, este filme, busca atraer a un público deseoso de acción, con buenos efectos especiales, desconocedores –incluso de las líneas generales- de lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial, y que sólo desean pasar un rato (tal vez ni siquiera bueno) en un cine. Es por ello que sigue el derrotero básico: i) los héroes son un pequeño grupo de hombres rudos, atractivos, con una mujer guapa que se enamora de uno de ellos, que arrasan con todo lo que encuentran a su lado; ii) los enemigos (que hablan inglés, para podérseles entender) son puestos como brutos a la vez que sanguinarios, presas fáciles de los buenos muchachos que siempre tienen la suerte de su lado (por ejemplo, tienen la fortuna de contar con pertrechos ilimitados y la habilidad de acabar con decenas de enemigos con un par de pasadas de sus ametralladoras); iii) poco importa que la historia concuerde con lo que efectivamente sucedió, basta con dar alguna que otra referencia imprecisa al contexto para que el espectador se lleve una imagen de verosimilitud; y, iv) mezclar alguna idea patriotera con otra romántica en el contexto de una "guerra santa" contra el "mal total". Sin embargo, aclaro, que mi problema no es con el género acción, sino con el formato comercial ultra light que se imprime al mostrar al enemigo como imbécil y la guerra como un motor santificador de un patriotismo fácil. Muy lejos está, pues, de sentar bases para una reflexión crítica de la guerra que sí aportan otras cintas del género bélico. Igualmente, aclaro que mi problema es con el guion y la producción, y en este sentido tendría que decir que las escenas están bien rodadas y que la dirección artística, salvo las fingidas y atroces sobreactuaciones que impone este tipo de cine, es correcta. Tal vez, lo único rescatable para una buena conversación, es que hace un elogio, aunque tímido, a la colaboración entre estadounidenses, británicos, “buenos alemanes” y rusos, con miras a la destrucción del "mal total", lo que plantea una buena excusa para preguntarse por qué no se produce una alianza así para enfrentar los males contemporáneos. No les preguntaría a los productores del filme, pues temo lo que podrían responder. En conclusión, es una obra llena de clichés y superficial, con unas buenas escenas de acción, que entretiene siempre y cuando el espectador no conozca mayor cosa del contexto de la segunda guerra mundial, no tenga nociones claras de cómo se combatía en aquella época y no se acerque con pensamiento crítico ante los metarrelatos que aquí son confirmados como si fuesen verdades evidentes. 11-01-2017.
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