Sobre cómo la libertad se enfrente a la maternidad: ¿qué hacer?

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Vi “Amazona” (Colombia, 2016), dirigida por Clare Weiskopf, directora, productora, guionista y periodista colombiana, siendo este su primer largometraje. El guion es de la directora sumado a Gustavo Vasco y Nicolas van Hemelryck. La música y la fotografía son mérito de Camilo Sanabria y Nicolas van Hemelryck, respectivamente. El reparto está integrado por Valerie Guarnizo, Clare Weiskopf, Diego Weiskopf y Nicolas van Hemelryck, entre otros. Estamos ante un documental que, en lo estético, puede considerarse, llanamente, como correcto. La fuerza del documental está en otra parte: es demasiado íntimo y, por tanto, veraz. El documental explora la tensa relación entre Valerie, la madre, y Clare, la hija, por la férrea determinación de la primera de mantener su libertad (su independencia) y no asumir los roles preasignados a la maternidad (como el de que la maternidad exige el sacrificio continuo de la madre para el bienestar presente y futuro del hijo). Es importante agregar que esta obra fue nominada a los premios Goya como mejor película hispanoamericana, a los Premios Fénix como mejor fotografía documental y música y a los Premios Macondo como mejor documental, montaje y banda sonora.
Pasemos directamente a asuntos de contenido. En primer lugar, estamos ante un documental tan íntimo que cualquier espectador podría preguntarse cómo fue que la familia permitió que todo esto saliese a la luz intensa y no siempre imparcial de lo público. Y esa intimidad tan bien retratada da lugar, como juego de causa y efecto, a la veracidad, la empatía y la crítica moral del auditorio. Me explico: la intimidad, tal cual como fue reflejada, permite que el auditorio le dé credibilidad a lo que ve, pero además de ello, genera un debate, dándole puntos a cada perspectiva, sobre el dilema entre la libertad-independencia de la mujer y cuál debería ser su rol como madre, teniendo en cuenta que están en juego no solo intereses de la mujer sino de los hijos quienes, sin pedirlo, fueron traídos a este mundo tan hostil como bello. Interesante obra para una reflexión feminista, así como para una de filosofía práctica sobre cómo resolver la antinomia entre (los deberes de) la maternidad con (los derechos de) la libertad.
En segundo lugar, el título de la película remite, alegóricamente, tanto a las míticas guerreras amazonas, como a la selva que lleva su nombre, una tan libre como agreste. Es la tenacidad de la selva, de ser como es, la mejor representación de una mujer que ni la maternidad ni sus amores le doblegaron su espíritu de ser como quiere ser o como cree ella que solo puede ser. Ambos aspectos (el de las guerreras como el de la selva) le caben claramente a Valerie. Además, el Amazonas fue el lugar que escogió la madre para estar en su mundo, lo más opuesto a lo que se esperaría de una mujer europea culta y de mundo como lo es Valerie. Ella misma busca su espacio entre lo más agreste de Colombia, para así ser una parte más del paisaje marañoso (uno que reclama sacrificios, vidas, y de allí la escena del gato recién nacido que se le entrega a una serpiente) y poder entonces reclamar, como premio por su regreso a lo “natural”, su libertad.
En tercer lugar, la cinta recrea, entre otras cosas, un encuentro entre madres. Valerie que sobrepuso su propia independencia a la maternidad, y la de Clare de buscar acercarse y comprender a su madre cuando queda en embarazo. Este reencuentro de madres no solo propone cuestionar qué es y qué se debe esperar de la maternidad, sino también una reconciliación íntima entre dos mujeres en medio de la selva, en medio de la madre tierra. Claro está que la reconciliación no puede ser completa, pues el olvido no está al orden del día. Pero, de todas maneras, la reconciliación fruto de la comprensión da lugar a una superación que es necesaria para que Clare pueda continuar su camino. Seguro Clare no será, como madre, igual a Valerie, pero algo de la tenacidad de la abuela quedará en la nueva generación.
Y, finalmente, esta búsqueda de Clare conllevaría a pensar que este documental tiene elementos de los road movie, donde los personajes se transforman, como Ulises, mientras viajan a la añorada Ítaca, en este caso, a la agreste Amazonas. En la selva nace y termina el camino de la humanidad.
En conclusión, el mérito del filme es que, sin tomar partido, plantea un dilema moral al espectador de una forma tan íntima que conlleva la veracidad y la empatía. Nadie juega con cartas escondidas, y eso conmueve al espectador y le conduce a plantearse debates en escenarios reales, bien diferentes a los debates supuestos de manual de clases; debates reales donde cualquier decisión significa una pérdida. Parafraseando a Sartre, toda decisión es una derrota, toda decisión es una renuncia a un mundo, pero lo peor sería no decidir. La recomiendo, entonces. 2020-06-07.


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