Sobre cómo se pasa de lo simple-armonioso al complejo suspenso

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Vi “Ah-ga-ssi” (The Handmaiden, “La Doncella”, Corea del Sur, 2016), dirigida por Park Chan-wook [1963- ], famoso por su trilogía de la venganza: Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005). El guion  es del propio director y Jeong Seo-Gyeong, basado en una novela de Sarah Waters. El reparto está integrado por: Jung-woo Ha, Kim Min-hee, Jo Jin-woong y Kim Tae-ri, entre otros. La cinta se ubica en la Corea de los años 30 del siglo pasado, bajo control japonés. Una joven coreana, Sookee, es contratada como doncella (dama de compañía) de una rica mujer japonesa, Hideko, la cual está recluida en una mansión esperando ser desposada por su tío, quien solo desea apropiarse de la riqueza de su sobrina. Un estafador aparece en escena, deseando, igualmente quedarse con la riqueza de Hideko. Ahora bien, empiezo señalando que estamos, nada más y nada menos, que ante un espectáculo visual pocas veces visto. La producción cinematográfica y la estética propuesta, son magníficas, todo lo cual puede verse en cientos de detalles, como el manejo de cámaras y la fotografía (por dar un caso, se pasa, magistral y velozmente, del plano americano a un primer plano para dar mayor dramatismo a la escena). El vestuario, las locaciones y la representación de la época son tremendas. Sencillamente, estamos ante una obra-manual de cómo hacer cine. Pasando a la trama, a la narración, esta no se queda atrás. La primera parte de la cinta es sencilla, armoniosa y entretenida, pero a mitad de la película todo da un giro inesperado y resulta que estamos ante un rompecabezas, muy bien armado, que rompe abruptamente, causando una gran sorpresa, con la serenidad inicial: aparece por la puerta grande el suspenso. Las tres historias (la de la joven coreana, la de la joven japonesa y la del estafador), que giran sobre una misma historia (una riqueza que todos quieren y el amor salvador), se entrecruzan astutamente produciendo un efecto inesperado en el espectador que no ve venir todo lo que se le muestra. Resalto que la historia, una vez armada en sus tres partes, resulta compleja pero no es complicada. La complejidad es comprensible, si se le ve con ojos atentos. La complicación sería la exageración intolerable o la narración llena de detalles inverosímiles. Tal vez, si en la tercera historia, el estafador hubiera terminando siendo alguien diferente a quien e creía (como paso con las dos jóvenes), habría aumentado la tensión dramática y el suspenso. El estafador terminó siendo el más ingenuo de todos. Puntualizo otro asunto: el erotismo y la exuberancia, en un marco de crueldad, que atraviesa el relato, desencadenados por la lectura de pasajes de Sade, entre otros. En cierto sentido, hay un homenaje a los libros (y especialmente los eróticos), aunque luego, en la película, las protagonistas le pasan factura a la bibliófila del tío. Pasando a otros temas, el filme incita, como suele hacerlo el buen cine, a reflexiones en varios frentes. Se me ocurre, dos: la redención del oprimido, mediante la astucia, y el colonialismo del opresor, mediante el saber erudito. Me explico. El opresor, representado por el tío, quien a su vez es un colaborador de la ocupación japonesa, está representado como el hombre culto, pero en este caso la cultura es la posesión de libros y saberes fundamentalmente foráneos, pero saberes que no son usados para incrementar el conocimiento sino para el placer sádico y la fortuna. La oprimida, que es la bella sobrina Hideko, logra soportar e incluso superar la opresión por medio de la astucia ofrecida por el estafador, pero termina usando esta misma arma contra su salvador. De allí que destruye la representación del saber opresor, pero deja en el aire la estela de la pregunta sobre los medios: ¿cualquier medio es válido? Y, ¿estafar al estafador, es diferente a simplemente estafar? Aquí entra un componente de género: el estafador del estafador, victorioso, es femenino; mientras, lo castigado es masculino. Estos dos aspectos dan pie a más reflexiones, que las dejo en manos del lector. Muy recomendada. 2018-02-08.


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