Vi “Quills” (USA y otros, 2000): muy recomendada

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Vi “Quills” (USA y otros, 2000), dirigida por Philip Kaufman con guion de Doug Doug Wright (a partir de su propia obra de teatro con el mismo nombre) y basada en el marqués de Sade. El reparto fue fenomenal, brillando Geoffrey Rush (quien hizo  de marqués), Kate Winslet (la amada lavandera), un increíble Joaquin Phoenix (sacerdote, quien ha demostrado que ningún rol le queda corto) y Michael Caine (médico), entre otros. La historia, como ya dije, recrea (sin mucho acierto histórico, pero qué más da) los últimos años de la vida del marqués de Sade, donde su genialidad y soberbia se incrementaron cuando fue confrontado por el poder político que envió a  un médico para controlar al indomable escritor. En este sentido, el filme sería ideal para iniciar cualquier tipo de reflexión sobre Foucault y la historia de la clínica y la prisión. No hay pierde alguno para hacer una buena reflexión sobre cómo el ejercicio del poder ha pasado, en la modernidad, por los estereotipos médicos en general y los psiquiátricos en especial. Igualmente, esta película es toda una oda a la lucha ilustrada y liberal contra la censura, en especial la censura sobre el arte. Sade, en la vida real así como en la cinta que ahora comento, ha sido el símbolo de la libertad de expresión. Él, ante el poder, no sucumbió. Hasta su última gota de sangre la dedicó a gritar con su pluma (quills). Al finalizar, el poder, como suele suceder, una vez desaparece físicamente el hombre-estorbo, usufructuó su imagen, sus palabras, sus relatos antes censurados. Eso pasa mil veces: el sistema termina por neutralizar al rebelde, justo mediante la publicidad  masiva y selectiva de sus palabras (en el filme, el médico que antes combatió al marqués, una vez éste muere, se enriquece con sus escritos). Ahora, frente a lo estético, las actuaciones me parecieron brillantes (salvo algunas actuaciones secundarias acartonadas, como el del arquitecto y la esposa del médico) y la historia muy atractiva con diálogos profundos, divertidos y agradables para el público general. La fotografía y el vestuario no se quedan atrás. Así las cosas, no entiendo bien por qué no arrasó esta película con las premiaciones del séptimo arte logrando apenas algunas nominaciones y pocos galardones. Tal vez se deba a que en el año de presentación de la película la competencia fue atroz y que la trama, al basarse en una obra exitosa, no causó el impacto que podría esperarse. La recomiendo ampliamente. 18-05-2015.


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