Acabo de terminar de leer LE MONDE DIPLOMATIQUE No. 141 (Edición Colombiana). Encontré, como siempre, artículos bien interesantes. Hay un par de artículos (de Carlos Gutiérrez y Thierry Vincent) sobre los retos de Syryza en Grecia. ¿Cómo lograr que un partido de izquierda, con un discurso transformador, no se derechice, como suele suceder, cuando toca el poder? Justo esta misma pregunta se la hace Renaud Lambert sobre el caso del partido PODEMOS de España, que posiblemente será el nuevo partido ganador en las elecciones generales de España. Me interesó el análisis que hace Lambert sobre la estrategia de PODEMOS de aumentar su caudal electoral (lo que hizo que se suavizara en sus pretensiones) sin terminar siendo desleal con los ideales iniciales que, sintetizando, son la crítica al Estado liberal que se le desea imponer a la Europa empobrecida. Esto está de la mano con el artículo “Condenados a traicionar” de Antoine Schwartz que a partir del texto centenario de Robert Michels (“Los partidos políticos”) se pregunta si un partido en el poder puede seguir siendo fiel a los ideales que lo hicieron victorioso. El peligro estriba en que el partido no se convierta en un fin en sí mismo y que no genere una propia burocracia que, por ser tal, se desideologiza con facilidad.

Sigue una buena racha de artículos que analizan la situación política de Australia (por su creciente cercanía con China), las luchas obreras en India, las dificultades macroeconómicas de Rusia, la respuesta francesa al radicalismo religioso islamista (¿cómo evitar que los jóvenes se radicalicen sin violentar sus derechos religiosos?), la nueva guerra fría regional entre los ejes saudita e iraní que se contraponen en el Medio Oriente, el caso africano enfrentándose a movimientos radicales islamistas que parecen hacer colapsar a la región, las diferencias entre Al Qaeda y el Estado Islámico (EI), la necesidad de Japón de inmigrantes sin preparación profesional y la grave situación de Papúa Occidental que reclama su independencia de Indonesia.

Cuatro trabajos me llamaron mucho la atención. El primero de Simon Borja y otros, denominado “El paradigma de la movilidad”, donde cuestionan el uso de este concepto como nuevo mito discursivo generalizado en la contemporaneidad (¿ya dónde no se usa esa palabra como sinónimo de lo bueno y lo deseable?). El segundo de Aurélien Bernier (“Crímenes sin castigo”) que expone el riesgo de impunidad que hay sobre el quehacer de las multinacionales en todo el mundo, en especial por sus acciones destructoras del medio ambiente. El tercero de Anne-Cécile Robert (“¿El fin de la Ilustración?”) que se pregunta sobre el aparente fin de la Ilustración europea con el reaparecer del radicalismo político y religioso (¿dónde quedó el ideal de la razón gobernando la política?). El cuarto de Desmond King (“Presidencia negra”) tiene que ver con la paradoja que implica la continuidad del racismo en Estados Unidos justo cuando hay un presidente afroamericano en el poder.

En fin, disfrute mucho este número de este periódico, de los pocos que ofrece al lector análisis (para compartir o rechazar, pero análisis al fin y al cabo) de los hechos políticos más importantes del planeta.

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