Vi “Nebraska” (USA, 2013), del director Alexander Payne [memorable por “Entre copas” (2004) y “Los descendientes” (2011)] y con una actuación brillante de Bruce Dern. La película ya era, para mí, todo un éxito antes de empezar a verla. Su fama (bien ganada en festivales de cine) trascendía al propio tráiler para motivar a la audiencia. Es que el director me ha parecido de lo mejor que tiene el cine actualmente, especialmente por su control sobre el guion generando así películas dramáticas pero con un humor agudo e inteligente. Ahora bien, una vez vista la película sólo puedo decir que la actuación de Bruce Dern es maravillosa: me quito el sombrero. Claro está que no es la única interpretación meritoria: la de June Squibb, como la madre quejosa, es muy buena. Este filme está centrado, a mi modo de ver, en un drama humano al que poca atención se le presta: los padres ancianos que van perdiendo sus capacidades motoras y mentales, y las relaciones, agradables o no, que se generan en torno a ellos en una familia corriente. Es que esta película muestra, de forma incluso cómica, como los hijos, la nueva generación, asumen el pasado de sus padres (de allí que esté en blanco y negro). Es por ello que la película logra convocar a un amplio público, en tanto entretiene (con un buen guion) y permite, a quien desee y es susceptible al tema, reflexionar sobre el peso de la tercera edad en la actualidad. Así las cosas, para quienes tienen padres mayores, no puedo dejar de recomendárselas. Podrán entender mucho mejor el mundo que les rodea y asumirlo con mayor tranquilidad. En fin, como pueden ver, esta película me encantó en muchísimos sentidos. No dejen de verla: 29-12-2014.
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