Sobre cómo por decir mucho se pierde la oportunidad de narra bien algo (la maldad radical)

www.filmaffinity.com
Vi “The Man with the Iron Heart” (Francia, 2017) dirigida por Cédric Jimenez [1976- ], siendo éste su tercer largometraje, y reconocido especialmente por su segunda cinta: “La French” (The Connection, 2014). Esta película en concreto está basada en una novela de Laurent Binet, denominada HHhH. El reparto es modesto, pero no está nada mal: Jason Clarke, Rosamund Pike, Jack O'Connell y Mia Wasikowska, entre otros. La película es bélica, pero no renuncia al drama y al romance, al igual que en ciertos momentos sigue el molde biográfico (en lo que atañe a la vida del SS Reinhard Heydrich). El filme narra la operación militar  “Antropoide”, mediante la cual comandos checoslovacos, adiestrados en Inglaterra, asesinaron al nefasto Reinhard Heydrich (interpretado por Jason Clarke), quien, entre otras cosas, junto con Eichmann fue el arquitecto de la “Solución Final”. La obra deja en claro que estamos ante un director que conoce su oficio, y las actuaciones, en especial la de Clarke, mantienen la credibilidad del espectador. Sin embargo, hay algo que no me cuadra en la cinta. Luego de meditarlo, creo que el problema es que el director desea hacer dos películas en un limitado tiempo (120 minutos), y la segunda desde varias perspectivas. Me explico. La primera parte es casi un biopic sobre la vida del temible oficial Heydrich, parte que, por su velocidad (para dar tiempo para contar la segunda parte), apenas enuncia situaciones y contextos fundamentales para entender el surgimiento del nazismo. Quien no sepa bien la historia de dicho período se perderá fácilmente en ciertas escenas (por ejemplo, cuando Heydrich participa en la eliminación de las SA). Además, esta primera parte (que para mí fue mejor que la segunda) no logra desnudarnos por completo el alma de Heydrich y explicar, como lo hizo en su momento Arendt frente a Eichmann, el “mal radical” que habitó en dicho oficial nazi. La segunda parte gira más en torno al (típico) cine bélico; todo un relato convencional (tan convencional que no podía dejarse de lado el romance, pues en el canon hollywoodesco esto aumenta las ventas), la cual, para mayor confusión del espectador, intenta dar varios puntos de vista, lo que aumenta la complejidad. El problema no es que haya intentado dar otros puntos de vista, el problema es que intenta hacer mucho en poco tiempo. De aquí pudieron haber salido dos grandes películas. Agrego, además, que nunca he sentido predilección por las películas que renuncian, por un tema de distribución, a los idiomas originales para hablarlo todo en inglés, como en este caso. Sin embargo, no estoy diciendo que la obra haya sido mala; en modo alguno: mi balance es más bien positivo. Ahora, siguiendo la línea general de mis reseñas, invito al espectador a preguntarse, con base en la película, por el surgimiento de la “maldad radical” que caracterizó el obrar de ciertos personajes en la Segunda Guerra Mundial, no solo en el bando alemán, y de cuya respuesta depende una postura política y ética del espectador. Creo que la respuesta pasa por el fanatismo, de un lado, y por delegar en el líder todo juicio moral, del otro. Es por ello que cuando oigo a alguien que habla de su candidato o director político como si fuese un mesías, solo pienso en los años 30 del siglo pasado en Alemania. Finalmente, la cinta pasa de largo, por la falta de tiempo, muchos aspectos, entre ellos, cómo se construyó el famoso plan de la “Solución final” y no plantea las fisuras de la relación entre Heydrich y Himmler. Sobre el primer aspecto, Heydrich fue un partícipe importante en dicho plan, pero no fue el único. La participación de Eichmann, incluso, fue más protagónica y la cinta ni lo menciona. Sobre lo segundo, mucho se ha especulado sobre los recelos y las envidias de Himmler (comandante general de las SS) ante Heydrich, a un punto que algunos sospechan que la muerte de este último, cuando se recuperaba de las heridas causadas por el atentado, se debe más a maniobras ordenadas desde lo más alto de la jerarquía de la SS. En fin, la recomiendo en los términos antes dichos. 2018-01-15.



No hay comentarios

Leave a Reply