"Usted no sabe quien soy yo": sobre los valores sociales

Estoy preocupado. ¿Por qué? Hace pocos días una joven mujer paisa se volvió famosa en las redes por su actitud desobligante y su maltrato físico y verbal hacia una agente de tránsito porque éste la requirió para hacerle una prueba de alcoholemia. Aparte de los insultos brilla la afirmación que ella le hizo al agente: "Usted no sabe quien soy yo". ¿Se habría comportado así ante policías estadounidenses, si hubiera sido requerida en ese país, por ejemplo? Inicialmente las reacciones fueron de repudio social ante tal despropósito. En ese sentido sentí cierto alivio pues acciones como esa, donde queda en claro la cultura arribista y mafiosa de nuestra sociedad, estaban siendo criticadas masivamente. No se trataba de criticarla a ella, se trata de que ese comportamiento diese lugar a pensar en lo que nos hemos convertido.
No obstante, con el paso de los días, apareció la vena "graciosa" de los colombianos por el hecho de que esa mujer tiene senos prominentes y, con el paso de los días, una mujer que debía haber recibido una censura moral y social (además de la jurídica), está pasando a ser heroína de los medios, un nuevo modelo a seguir para las actuales generaciones. Sí. Así como lo digo: ya aparecen fotos en las que se despierta admiración por su físico (sus senos terminan por hacerle perdonar sus actos). Ya hay quienes llaman a que revistas y medios del espectáculo la muestren "mejor". Ya no se habla de sus hechos; se habla es de sus "tetas".

Ya solo faltará verla en TV y en portadas de revistas, admirada y aplaudida porque, con sus senos inmensos, puede pasarse por alto cualquier regla. En este sentido, aparte del evidente machismo que hay detrás, se impone algo peor: reiterar la visión (propio de esa cultura mafiosa que se nos metió hasta el tuétano desde hace unas décadas) que ser "buena" paga, que ser "voluptuosa" y comportarse de manera arribista es bien visto (para la muestra pensemos qué prototipo de mujer y de hombre elogia el reguetón).
Quedé preocupado porque lo que inició como un reproche social que podría haber dado lugar a reflexiones muy valiosas de lo que somos se banalizó (el mal se banaliza en nuestra sociedad) a un punto tal que quien debía servir de excusa para pensarnos, terminó siendo una excusa para ratificarnos.
Ya quisiera preguntarles a los que, sin saberlo, poco a poco van admirando y banalizando lo que esta mujer hizo, si consideran que si ellos fuesen las víctimas de una conductora embriagada o si fuesen un agente de tránsito agredido le perdonarían su falta e incluso solicitarían clemencia para ella, si es una mujer "buena".
Les pido, si es que alguien lee eso, que sea consciente de lo que implica seguirle el juego a las nuevas tendencias de las redes y a muchos de los "chistes" gráficos que aparecen sobre ese caso, pues bajo el pretexto de la burla nos están mostrando los "valores" exitosos.
Estoy preocupado.

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